Pedir, exigir, demandar todo lo bueno y bonito del mundo para uno mismo, sin estar dispuesto a dar nada a cambio es auto-engaño o es simplemente hipocresia...
La espiritualidad, el "auto-crecimiento" en lo personal y en lo social, comporta más entrega que demanda...
No podemos pedir a los demás, al mundo, ser de una forma determinada para satisfacer nuestras necesidades o nuestras carencias.
Tampoco podemos demandar "al cielo" que sea él que nos provea de materialismos, abundancias o bendiciones...
Seamos consecuentes.... en la hora de El Ser sólo valen los actos, y por éstos seremos tratados...
En la Era de El Ser debemos dejar fluir todo lo que somos, el potencial que tenemos desde nuestro interior hacia el exterior, o no.... pero dejar fluir...
Dejar todo egoismo, toda vanidad, todo infantilismo...
Ser requiere dejar de ser limitado en nuestro pensamiento, en nuestra acción y, por fin Ser...
Brillar desde nuestro interior